viernes, 24 de octubre de 2008

Ciclo de Charlas en la U de Conce: MIL HISTORIAS, UN FUTURO


Dentro del marco de las actividades previas al aniversario Nº90 de la emblemática Universidad de Concepción, el Centro Cultural y Social Seamos Más ha patrocinado la organización de un ciclo de charlas para recuperar y re-encantar a la comunidad universitaria, principalmente a los jóvenes, con la rica historia de esta casa de estudios superiores, la primera fundada en provincias.


Este ciclo abierto es producto de la colaboración y esfuerzo del Círculo de Estudiantes de la U de C, de la vocería de cultura de la FEC, de todos los expositores (académicos y ex-alumnos) y de los estamentos universitarios que han facilitado los medios y lugares para su desarrollo.


¡Los invitamos a participar de ellas!

sábado, 11 de octubre de 2008

Pasividad Ciudadana el salvoconducto de la inequidad




En algún momento se olvidó la triada "de la gente, por la gente, para la gente".

Hemos permitido que la sociedad agonice en nuestras narices, con cara de impávidos abrimos nuestras quijadas magullando algún ruidito que intenta tristemente manifestar algún atisbo de oposición, pero que no logra ser más que un quejido fatuo y estéril de intención.

Así como el niño que comete una travesura y al ser encarado mira al mocoso del lado, con cara de molesto, con el fin de esquivar la reprimenda culpando con su gesto al vecino, nosotros los ciudadanos chilenos, hemos increpado a la oligarquía económica, política y supuestamente intelectual a que no mejoran nuestras condiciones, que no toman decisiones , que no mojan la camiseta por el país.

Pero que descarados somos!, e ingenuos a la vez si llegamos a pensar que "ellos" van a provocar los cambios que generen las pérdidas de sus beneficios, para permitir que otros futres accedan a su núcleo exclusivo. O pensamos que los Senadores y Diputados que son sostenedores de colegios subvencionados o dueños de empresas de educación superior, van a votar contra el lucro en la educación chilena. Tenemos que ser los campeones de la ingenuidad.


Y cara dura sí que somos, esperando que "alguien" haga algo, como si no fuera problema nuestro que una familia esté en el tacho de la basura fuera de nuestra acomodada casa buscando algo que echar al interior de esos raquíticos vientres.

Nos quejamos y nos quejamos y nos quejamos, es un ejercicio nacional, somos los reyes de la queja, es más algunos leen para quejarse con probidad, una queja intelectual, una crítica fundamentada. Y alguien me puede decir ¿De qué cresta sirve?, de NADA!!! Nada más vacío que un comentario quejumbroso en un sofá de cuero, en donde se expone lo que debería hacerse para solucionar lo aquejado sin generar un dialogo hacia la acción, a la búsqueda de concretar una solución.

Debo reconocer que la queja es una luz, el síntoma de que algo me pasa, la piedra en el zapato que no me permite caminar por la vida con comodidad, pero mientras sigamos moviendo el pié en forma de sacudida violenta para correr la piedrecita a un costado entre la plantilla y el cuero, y no nos detenemos a desatar el nudo, sacarnos el calzado, buscar y retirar la piedra, seguiremos tontamente cojeando.

lunes, 6 de octubre de 2008

A 20 años del NO: "Chile, la alegría ya viene".

El 5 de octubre de 1988, la mayoría ciudadana le decía “No” a 8 años más en el poder a la dictadura militar que encabezaba el General Augusto José Ramón Pinochet Ugarte. Si bien la coyuntura plebiscitaria era -para la mayoría de los chilenos- la expresión misma de los anhelos de libertad cívica en el más amplio sentido de la palabra, no era menor el camino a construir hacia el futuro. Es ahí la trascendencia histórica que tenía el proyecto concertacionista. Es decir, aquel “Vamos a decir que No”, conllevaba una propuesta ética, valórica y de sentido de pertenencia a un proyecto de sociedad que se presentaba diametralmente opuesto a las prácticas del régimen militar.
Han pasado 20 años de aquel histórico acontecimiento y con legítimo derecho los mismos ciudadanos que se organizaron desde la academia hasta los sectores populares para votar que No, así como los hijos de la dictadura y la transición, hoy pueden preguntarse si la mentada “alegría” de una u otra manera se ha plasmado en los hechos.
Para la mayoría de la elite concertacionista, lo importante es destacar lo ejemplar de la transición política, los avances económicos y el prestigio de nuestro país a nivel internacional; sin embargo, -también- hay otros concertacionistas que legítimamente pueden inquirirse: ¿A costa de qué se ha realizado aquello?, ¿Que pasó con las tareas pendientes en materia político-institucional y derechos ciudadanos?. ¿Dónde quedó el proyecto ético, valórico de sociedad que la Concertación presentó al país?. Estamos hablando de lo que aparece en las primeras líneas del programa de gobierno de dicha coalición: “La Concertación de partidos por la Democracia desde el mismo día de su fundación, ha demandado reformas a la Constitución que faciliten el camino a la democracia y posibiliten la expresión plena y soberana de la voluntad del pueblo chileno (…) Aspiramos a la plena democratización de las instituciones políticas, sociales, económicas, con pleno respeto por los derechos humanos” (p. 1).
A 20 años del No, la gran mayoría de ciudadanos se sigue moviendo y tiene que optar - binominalmente- entre la gestión progresista de la concertación y la gestión populista de la derecha. Ya lo señala el sociólogo Tomás Moulian en su excelente libro “Chile Actual Anatomía de un Mito” al referirse al gatopardismo y transformismo de la clase política. El primero es el “...largo proceso de preparación, durante la dictadura, de una salida de la dictadura, destinada a permitir la continuidad de sus estructuras básicas bajo otros ropajes políticos, las vestimentas democráticas. El objetivo es el “gatopardismo”, cambiar para permanecer”; mientras que el segundo “...consiste en una alucinante operación de perpetuación que se realizó a través del cambio del Estado. Este se modificó en varios sentidos muy importantes, pero manteniendo inalterable un aspecto sustancial. Cambia el régimen de poder, se pasa de una dictadura a una cierta forma de democracia y cambia el personal político en los puestos de comando del Estado” (Moulian, 2002: 141).
A estas alturas de entrado el siglo XXI, el discurso de seguir culpando a Pinochet y a la dictadura está bastante agotado. Atrás ha ido quedando el general, aunque (obviamente) todavía pululan los últimos nostálgicos y románticos de su gobierno. Así y todo, la tarea pendiente y el desafío inmediato de lo que queda de esta “Concertación” que hoy básicamente representa los intereses de los grupos y sectores que controlan a cada uno de los partidos de la coalición, del juego por cuotas poder (político), proselitismo y la maquinaria política por cooptar la mayor cantidad de sufragios, es cómo se las ingenia para retomar algo de los principios fundacionales de la coalición y logra entusiasmar a sus todavía partidarios de estas dos décadas.

Por ahora, los ciudadanos tendrán que reflexionar desde su particular realidad si el Chile de estos 20 años; es decir, el de “La Alegría ya viene” al “Estoy contigo”, es el que soñaron aquel 5 de octubre de 1988.

(Se puede leer y comentar, además, en: http://blog.elsur.cl; http://www.elclarin.cl ; http://www.tribunadelbiobio.cl )
--Publicado por Danny Gonzalo Monsálvez Araneda para GENTE DE MENTE